martes, 3 de marzo de 2015

tzitzimeme


Tzitzimime (en náhuatl: tzitzimime, ‘demonios’ o ‘flechas malas’tzitzimitl, espiritu maligno pero puede derivar de tzintzon, finche, mitl, flecha’)? en la mitología mexica son espíritus o demonios celestiales que intentan continuamente destruir el mundo. Se les considera también estrellas femeninas que intentar impedir que el sol nazca atacándolo al amanecer y anochecer, pero sobre todo durante los eclipses. El quinto sol, Nahui-Ollin (Cuatro-Movimiento), porque está destinado a desaparecer por la fuerza de un movimiento o temblor de tierra, momento en el que aparecerán los monstruos del Oeste tzizimime, con apariencia de esqueletos, y matarán a toda la gente. Quetzalcóatl, junto con Xólotl, creó a la humanidad actual, dando vida a los huesos de los viejos muertos con su propia sangre. El Sol presente se sitúa en el centro, quinto punto cardinal y se atribuye a Huehuetéotl, dios anciano del fuego, porque el fuego del hogar se encuentra en el centro de la casa.(En una de las otras versiones se dice que los Dioses no querían hacer más intento de hombres escondiendo los huesos en Mictlan, pero Quetzalcóatl bajo por ellos y creo de nuevo a los hombres).
Realmente sobre la Leyenda Del Quinto Sol se pueden apreciar varias versiones, algunas traducidas de códices escritos y otras modificadas de esos códices,una versión más este mito es de los aztecas y mayas y fue recogida por Bernardino de Sahagún.Hay muchas versiones muy interesantes, unas más aceptadas que otras. Sin embargo está presente en otras mitologías registradas por los misioneros de Indias, venidos a América en los primeros años del siglo XVI. Otra versión muy conocida de este mito es la que se encuentra en el Popol Vuh, un libro quiché donde se narra, además de la creación del mundo, la epopeya de los hermanos Hunahpú e Ixbalanqué.
Para los aztecas y mayas el Quinto Sol fue creado en la antigua ciudad de Teotihuacan.
De ellas se creía que vendrían para vivir tras el fin del mundo, así como que colgaban por la noche sobre los cruces de caminos esperando a algún humano.
La más importante es Itzpapálotl. Otra de ellas fue la abuela de Mayáhuel que participó en el mito de la creación del Maguey.